miércoles, 10 de agosto de 2011

Testimonios sobre el Padre Vandor





LOS TESTIMONIOS, dejados bajo juramento, abundan.

Espigando:



“Sacerdote ejemplar”- “Padre querido” “Corazón tierno, delicado, noble” “Prudente director espiritual” – “Culto”




“Socialmente abierto” “Con carisma educativo salesiano” “Maestro auténtico en el arte de educar” “Nunca, nunca, nunca lo he visto alterado.”



“Calmo en los problemas diarios de la Pastoral, calmo ante las incomodidades y dolores de su larga y progresiva enfermedad. Esa calma y paz interior la transmitía con palabras y actitudes. Era un conciliador nato.”



“Cuantos se acercaban a él, salían reconfortados”



“Humilde en el exterior y en el interior… personalidad rica de cualidades humanas: culto, conocedor de idiomas, poeta, pintor, habilidoso en artesanía… sin embargo nunca hacia alardes.”



“Con nadie hablaba de nadie. Su corazón era una tumba sellada”- “No juzgaba. Nunca escuché un juicio negativo de nadie.”



“Junto al sagrario pasa horas de oración”- “A María la experimento como Madre que velaba por él y los suyos.”



“De una castidad a toda prueba”- “Pobre en el pleno sentido de la palabra… Sencillo, limpio, nunca amó la comodidad. Obediente y dócil a la voluntad de Dios, obediente y dócil a sus superiores.”



Y podríamos seguir…

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